Mientras el Estado sostiene la guerra contra las drogas, los
defensores del autocultivo y el uso medicinal cuentan sus historias. El
movimiento cannábico por dentro, el informe especial que ganó la tapa de marzo
de Rolling Stone 2009, la Corte Suprema de Justicia declaró la
inconstitucionalidad del segundo párrafo del artículo 14 de la Ley de
Estupefacientes número 23.737, que pena la tenencia para consumo personal. El
llamado fallo Arriola fue leído por muchos como una virtual despenalización.
Sin embargo, esa buena noticia para la comunidad cannábica generó su daño
colateral: mientras los cultivadores y usuarios se relajaban, los allanamientos
se multiplicaron. Entre 2014 y 2015 las fuerzas policiales secuestraron más de
25.000 plantas de cannabis en todo el país, la mayoría de pequeños
cultivadores.
En su edición de marzo, Rolling Stone lleva a la portada un
informe especial sobre la marihuana y el movimiento por la despenalización.
Mientras en el mundo surgen nuevos modelos no punitivos para combatir el
narcotráfico y explorar los beneficios terapéuticos del cannabis --de Uruguay a
los Estados norteamericanos de California o Colorado--, en Argentina se
profundiza la "perejilización de la actividad judicial", tal como señala
el juez de Casación Alejandro Slokar refiriéndose a los detenidos por tenencia
o autocultivo. Un informe de la Fiscalía Federal Número 6 confirma esta idea:
en 2015, el 70 % de las causas iniciadas durante el segundo turno por
infracción de la Ley 23.737 fueron por tenencia de drogas para consumo
personal.
"Creemos que
la visibilización es el inicio del reclamo. Salir del indoor, para parafrasear
la movida LGBTIQ", dice Julián Peré, que en el informe de RS se muestra
junto a su mujer Rossana Zappia y las plantas de su cultivo, que en parte
destinan a la producción de aceite de cannabis.
Otro de los frentes
de lucha de este movimiento es la despenalización del cultivo con fines
medicinales. Valeria Salech, referente local de la ONG Mamá Cultiva, cuenta el
efecto que el aceite tuvo en su hijo Emiliano, que sufre epilepsia desde que
estaba en la panza. A los 8 años, Emiliano tomaba 30 pastillas por día, no
hablaba y usaba pañales. Un día que se quedó sin anticonvulsivos, le dio una
una gota de aceite de cannabis. La mejoría que percibió fue tan grande que
desde entonces supo que tenía que ponerle el cuerpo a la causa.
En el reclamo por
la despenalización de la marihuana se cruzan, entre otras cosas, la libertad
individual que preserva el artículo 19 de la Constitución, el potencial
terapéutico del cannabis --que una parte de la comunidad médica ya convalida--,
la salud de los consumidores problemáticos y la búsqueda de una política más
eficiente para combatir el narcotráfico, como muestra el caso Holanda desde los
70.
Tanto en Estados
Unidos como en su edición argentina, Rolling Stone viene siguiendo de cerca los
vaivenes de esta historia, que es mucho más relevante que lo que aparenta desde
una mirada superficial. No es casual, entonces, que el tema ocupe finalmente la
tapa de la revista
Fuente: Revista Rolling Stone Viernes 24 de febrero de 2017